En 1989 un grupo de investigadores norteamericanos encabezado por el Dr. Michael Houghton, identificaron el virus responsable de la hasta entonces llamada hepatitis “NoA” – “NoB”, pasándose a denominar virus de la hepatitis C (VHC), la cual representa un serio problema de salud pública en los Estados Unidos.
La hepatitis C es la inflamación del hígado. El hígado es un órgano que desempeña muchas funciones importantes en el organismo. La transmisión del virus de la hepatitis C ocurre cuando la sangre de una persona infectada entra al cuerpo de una persona no infectada. La hepatitis C se diagnostica por medio de análisis de sangre.
En la actualidad no existe una vacuna para prevenir la hepatitis C, Pero sí hay tratamiento disponibles para las personas infectadas. Cualquier persona puede contraer la hepatitis C, Pero algunas personas son más propensas que otras.
Usted puede contraer la hepatitis C : - Mediante el contacto con la sangre de una persona con el virus de la hepatitis C; - Durante el parto si nació de una madre con hepatitis C; - Por tener relaciones sexuales con una persona con hepatitis C; - Al hacerse un tatuaje o una perforación con instrumentos que no hayan sido esterilizados y que se usaron en una persona con hepatitis C; - Si se pincha accidentalmente con una aguja que fue usada por una persona infectada; - Usar la máquina de afeitar o el cepillo de dientes de una persona infectada; - Por compartir agujas para inyectarse drogas ilegales o medicamentos con una persona infectada con la hepatitis C; - Si tiene relaciones sexuales con una persona con hepatitis C; - Si recibe transfusión de sangre, hemoderivados u órganos sólidos de un donante que tiene hepatitis C; - Al inhalar drogas por aspiración compartiendo el instrumento con que se aspira debido a que pueden producirse hemorragias a nivel nasal.
Las personas en riesgo de infección por VHC también pueden estar en peligro de infección por el virus de la hepatitis B (VHB) o el VIH. La hepatitis C es común entre las personas que viven con el VIH y le puede causar enfermedad en el hígado con mayor rapidez.
Si usted es un trabajador de la salud o un empleado de seguridad pública, siempre siga las precauciones habituales de barrera, maneje con cuidado las agujas y otros artículos filosos. La mayoría de personas no presenta síntomas hasta que el virus causa daño al hígado. Otros pueden presentan uno o más de los siguientes Signos y síntomas: - Color amarillento de los ojos y la piel; - El sangrado demora más tiempo de lo normal en detenerse; - - Moretones que aparecen fácilmente; - Cansancio; - Malestar estomacal; - Fiebre; - Pérdida de apetito; - Diarrea; - Heces claras; - Orina turbia y amarillenta.
La hepatitis C no se contagia: - Dando la mano; - Abrazando a una persona; - Besando en la cara; - Sentándose junto a otra persona; - Estornudar; - Toser; - por comida ni el agua.
Usted también puede protegerse a sí mismo y proteger a los demás contra la hepatitis C si: - No comparte con nadie agujas para inyectarse medicamentos o drogas ilícita; - Usa guantes si tiene que tocar la sangre de otra persona; - Usa condón cuando tiene relaciones sexuales de riesgo donde pueda haber sangrado; - No usa el cepillo de dientes, la máquina de afeitar y equipo para cortar uñas de otra persona, ni cualquier otro objeto que pudiera tener sangre; - Se asegura de que cualquier tatuaje o perforación en una parte del cuerpo se haga con instrumentos estériles; - No dona sangre o productos derivados sanguíneos si tiene hepatitis C.
Si le preocupa su nivel de riesgo debe consultar sobre su situación en particular con su proveedor de salud.
Luis Rodríguez, trabaja en Prevención de VIH y el sida para el Spanish Community Center-Shore AHEC en Atlantic City, New Jersey.
Publicado en el periódico el Sol Latino de Filadelfia y el Valle del Delaware, el Viernes 25 de Noviembre 2009.
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